Espacios entrelazados
Desde el 16 de marzo y hasta el 10 de junio pudimos apreciar la muestra “Espacios entrelazados” de Esther Ferrer (San Sebastián, España, 1937). La exposición estuvo compuesta por una serie de instalaciones que conjugaban performances de la artista y la intervención del público presente para activarlas, bien a partir de experiencias sensoriales o del humor a través de la risa, bien con interacciones con objetos cotidianos o modificando el espacio a través de elementos sencillos y frágiles para incidir en la percepción del espectador; lo que hacía, como en otras muestras de la artista, que sean obras inéditas pero de investigación progresiva: “Entrada a una exposición”, 1990 – 2018; “Las risas del mundo”, 1999 – 2018; “Instalaciones con sillas”, 1984 y 2018 ; “Series proyectos espaciales”, 1990 – 2018.
“Yo nunca tomé la decisión de dedicarme al arte _nos decía Esther Ferrer en una entrevista concedida a Hasier Etxeberria para Koldo Mitxelena en 2004_ A mi padre le gustaba mucho la pintura y veía muchas exposiciones a las que, a veces, le acompañaba. A mi hermana Matilde y a mí nos gustaba mucho dibujar desde pequeñas. Luego ya más mayores, nuestras relaciones eran sobre todo con artistas: Amable Arias, Jorge Oteiza, José Antonio Sistiaga (San Sebastián, 1932 – Saint-Jean-de-Luz, Francia, 2023), Laura Esteve, Ruiz Balerdi, Remigio Mendiburu (…) Era la época del franquismo puro y duro e íbamos a cuantas conferencias se organizaban, tanto daba si hablaban de hormigas o de arte. Eran tiempos donde no había nada de nada. Comenzamos a ir a la Asociación Artística de Gipuzkoa, donde llegué a ser vocal cuando Amable fue presidente (…) También Oteiza y Sistiaga fueron dos personas determinantes para mí… Sistiaga era muy inquieto y viajaba más que los demás (…) Me acuerdo perfectamente que el primer disco de John Cage que tuve en las manos lo trajo él. También con él creamos la Escuela de Libre Expresión de San Sebastián, basada en el método Freinet, un modelo de escuela muy creativa (…) Aunque dibujaba mucho nunca me ha gustado exponer. En realidad a mí lo que me gusta del arte es hacerlo, cuando estás en tu taller trabajando, dando forma a algo, eso es lo excitante, lo interesante”.
En 1967 se incorpora al grupo Zaj (formado en 1964 por Ramón Barce, Juan Hidalgo y Walter Marchetti). Sobre esta experiencia comentaría también en la misma entrevista: “El mundo de la acción – que así se llamaba antes de llamarse performance -, me interesaba. Un buen día vino Sistiaga diciendo que unos amigos suyos necesitaban a una mujer para una acción y dije que sí, claro. El teatro no es una de mis pasiones pero la utilización del cuerpo como elemento de expresión me ha interesado siempre… Juan Hidalgo y Walter Marcheti me propusieron seguir trabajando con ellos (…) Cuando conocí lo que Zaj hacía, me dije que era lo que a mí me interesaba. Más que el dibujo, más que la pintura, más que la escritura… y así es como comencé a imaginar acciones que realizamos con Zaj: Siluetas, Íntimo y personal; Huellas, espacios, sonidos; Se hace camino al andar… Nunca hicimos obras conjuntas. Creo que esta es una de las razones por las que Zaj duró tanto. No teníamos ninguna censura entre nosotros, trabajábamos juntos, pero a la vez andábamos cada cual por nuestro lado, las obras siempre eran individuales, de cada uno de nosotros. Nos juntábamos para decidir el programa de las acciones y ejecutarlas (…) Partíamos de la música, es cierto, pero yo nunca me he considerado ni música, ni artista plástica ni poeta. En realidad el arte/acción es el arte más democrático que existe, no necesita tener una especialidad, pero lo que si hace falta es tener la voluntad de hacerlo, el deseo, y a partir de ahí inventas, te lo inventas todo, incluida la definición de lo que es la performance si crees necesario tener una (…), la especialización es casi perjudicial, cuanto más errante sea tu mente, cuanto menos te fijes en una u otra disciplina, mejor que mejor. Esto de no tener ninguna frontera te da gran libertad. Creo que la performance es el arte integrador por excelencia, empezando por el hecho que aglutina disciplinas diferentes. Es el que más rompe las categorías establecidas, los moldes. En la performance no hay ni Dieu ni maître, como en la anarquía (…) En el mundo de la acción las influencias principales, para mí y supongo que para muchos, son los futuristas, los surrealistas, además de Duchamp, por supuesto. Por lo que se refiere a la provocación, yo nunca me he propuesto provocar. No hace falta, ya que la gente se provoca sola (…) Zaj decíamos, es como el vacío del Tao, un vacío que cada cual llena como puede, pues proyecta en él su propia individualidad, su irritabilidad si es irritable, o su sentido del humor si lo tiene, o sus compromisos políticos”.
Su acercamiento a la obra de John Cage también será crucial: “Cage, a quien conocí personalmente, ha tenido una gran influencia en mi trabajo: me ha enseñado a prestar atención a los ruidos del mundo. Creo que de Cage he aprendido sobre todo a escuchar, me ha enriquecido sobre todo el universo sonoro de una manera inimaginable y esto ha tenido mucha influencia en dos niveles, en el personal y en el artístico…” (Ídem.)
A principios de la década de los ’70 se establece en París y se licencia en Ciencias Sociales y Periodismo, comienza a publicar en diferentes periódicos y revistas.
Los planteamientos que la llevaron a permanecer en Zaj son los mismos que mantiene a lo largo de su trayectoria: “Una cuestión que me sorprende porque parece implicar que tiene un estatuto (categoría) particular (especial) frente a la de otros profesionales, y una cuestión también a la que no puedo responder más que a nivel personal. Cuando hago “arte” no soy consciente de “jugar” un papel específico, lo hago como persona, no como artista, entre otras cosas porque la mayoría de las veces no me identifico con el discurso artístico en boga. Me refiero a ciertos discursos logomaniáquicos sobre el valor del arte, su función profética, casi mesiánica, generadora de sentido y significación, los percibo como si quisieran convertir el arte en una religión (al final va a resultar que el opio del pueblo es el arte y no la religión como nos habían contado)…” (Esther Ferrer, “Mi único espacio de libertad”, en El País, 6 de septiembre, 2017) Y es que para ella el concepto, el proceso conceptual, la idea que quiere desarrollar es lo fundamental, ésta debe ser clara: “Estoy en la calle paseando, se me ocurre algo y quizá llegó a desarrollarlo. Si será una foto, una performance o una instalación, depende de la forma que corresponda más. Por ejemplo, un domingo en la noche, hace muchísimos años, iba a ver una exposición, llevaba un paraguas y una gabardina, cuando estaba cruzando el Pont Neuf metí el pie en la acera de la derecha y en ese instante observé que en la acera izquierda un señor con una gabardina y un paraguas hizo lo mismo, entonces pensé ‘voy a ver si consigo que nos crucemos en la mitad del puente’, y así fue. Fue una experiencia gratificante y ha sido el origen de varios performances…” (Entrevista concedida a Daniela Medina y Juan David Galindo, Situaciones, Revista de Historia y Crítica de las Artes de la Escola d’Història de l’Art de Barcelona, 14 de septiembre, 2015). Igual importancia juega el tiempo, el espacio y la presencia, bien de manera explícita con elementos contenidos en la obra o bien porque se van dando en el transcurso de la ejecución, es consciente que el tiempo en el que transcurre la obra no se repetirá, es un instante único, pero deja huella. Ferrer otorga libertad total al espectador, el quedarse a observar, el participar, el reaccionar frente a su obra, pero no es su interés primordial. Feminismo, compromiso político, sensibilidad a los temas sociales y culturales, se plantean en sus obras como reacciones ante lo que rodea a Esther Ferrer como ser humano sensible más que como artista, es su compromiso personal lo que se proyecta no el hecho fehaciente de querer hacer arte comprometido; como tampoco es su intención llevar a cabo una acción dramática o divertida o con contenidos humorísticos, irónicos o que provoquen risa, si esto llega a ocurrir son producto de reacciones espontáneas.
Otra característica de su trabajo es la sencillez, la puesta en escena casi desnuda, con un mínimo de elementos, en lo posible donde hable el cuerpo sobre todas las cosas: «Suelo decir que mi trabajo es un minimalismo basado en el rigor del absurdo. A mí me gusta mucho trabajar el absurdo, hacer las cosas muy simples. Cuando me pongo a pensar una performance, me paso el día quitando. No digo que sea una depuración, pero sí consiste en extraer todo lo superfluo, el adorno. No pretendo gratificar al espectador. Mi trabajo es muy seco muchas veces, más que sobrio. Y me gusta mucho el rococó y el barroco, pero para que lo hagan los otros. Incluso el expresionismo me interesa mucho como espectadora. Quiero que en lo mío todo salga de forma natural, casi solo. Como los números, 1, 2, 3, son maravillosos. No hay ningún drama. El drama, si quiere, se lo añade el que lo ve». (Entrevista concedida a Fietta Jarque, “Riguroso Absurdo”, en El País, 7 de febrero, 2009)
En 1999 representó a España en la Bienal de Venecia. En 2008 recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas y el Premio Velázquez de Artes Plásticas en 2014
A pesar que la exposición ya clausuró, hemos querido hacer esta reseña por la relevancia de Esther Ferrer, pionera del arte conceptual y una de las principales exponentes del performance: “La mayoría de la gente que hacían acciones, –que no se llamaban performances–, eran músicos, poetas, escultores, bailarines o gente del teatro. Eso es una de las riquezas de la performance, que desde siempre ha sido un arte completamente híbrido; no tiene padre ni madre legítimos, es un hijo natural, de estos hijos no reconocidos, que durante mucho tiempo no ha sido considerado por la institución de arte. Ahora, para bien o para mal, sí se reconoce, pero durante mucho tiempo nadie lo hacía. Es un arte nómada; se puede hacer en cualquier parte, sea en una iglesia, un hospital o incluso en una galería o museo y, sobre todo, en la calle. Y es también nómada a nivel de las ideas, puede atravesarlo todo, la danza o lo que quieras y además es el arte más democrático que existe porque no necesitas saber nada para hacerlo. En la performance lo único que tienes que saber es que quieres hacerla. En ese sentido, yo me tiré al agua sin saber nadar porque cuando empecé a hacerla, no sabía lo que era una acción. Luego descubres qué te interesa hacer y te creas tu técnica e incluso tu teoría. ¡A ver quién te dice que no, qué eso no es una acción! Los teóricos, los universitarios, los intelectuales, pues que lo digan. Por eso defiendo el mundo de la acción cuando la gente me dice “Es horrible las cosas que hay en el mundo de la performance”, y es verdad, porque se hacen cosas absolutamente increíbles, para bien o para mal, pero cuando vas a ver exposiciones, ¿no hay cuadros malos?, y películas malísimas ¿cuántas hay? Libros que podrían tirarse porque son una tontería y además perjudiciales, ¿cuántos hay? Y no pasa nada, es normal. Una exposición puede ser mala, pero no se llega a cuestionar “La Pintura”. Cuando ciertas personas ven una acción que no les gusta, cuestionan la existencia del mundo de las acciones: “son malos”, “no saben lo que hacen”, “siguen una moda”. Pueden decir lo que quieran, pero yo prefiero esto a que se sistematice y a que se defina la performance de una forma excluyente rígida. A mí me interesa esa especie de lío que hay en el mundo de la performance” (Entrevista concedida a Daniela Medina y Juan David Galindo, Situaciones, Revista de Historia y Crítica de las Artes de la Escola d’Història de l’Art de Barcelona, 14 de septiembre, 2015)
Esther Ferrer en el Fondo Documental de Arte Contemporáneo Miguel Marcos
Síguenos en Twitter: @FondoDocArteCon y en Facebook
Enlaces a tener en cuenta para investigar sobre la obra de las artista:
Información sobre Esther Ferrer en Artium
Noticias sobre Esther Ferrer en El País
Algunos performances de Esther Ferrer
Entrevista a Esther Ferrer de Hasier Etxeberria para Koldo Mitxelena, 2004
Entrevista a Esther Ferrer, 2008
Esther Ferrer en Espacio Arte, 2008
Catálogo de la exposición del colectivo ZAJ en el Centro de Bellas Artes, 2009
Esther Ferrer / Encore une performance ?!, Centre Pompidou, 2010
Esther Ferrer. En cuatro movimientos, ARTIUM; 2011
Esther Ferrer, Hablar por andar o andar por hablar, ARTIUM, 2011
Entrevista a la artista en El Diario de Mallorca, 2012
El arte de la performance teoría y práctica – Esther Ferrer, 2012
Esther Ferrer, “Ordenando el caos en la galería Àngels-Barcelona”, 2012
Programa Metrópolis dedicado a Esther Ferrer, 2012
“Je vais vous raconter ma vie”, une performance d’Esther Ferrer, 2014
“Questions féministes”, une performance d’Esther Ferrer, 2014
“Questions aux Français”, une performance d’Esther Ferrer, 2014
Jean-Jacques Lebel invite Esther Ferrer, 2015
Mis performances van envejeciendo conmigo. Entrevista a Esther Ferrer, 2015
Entrevista colectiva a Esther Ferrer en Efímera, 2016
Esther Ferrer – Performance, Museo de Bellas Artes, Bilbao, 2016
Entrevista a Esther Ferrer en Canibaal, 2016
Esther Ferrer, una performance histórica en el CICUS Universidad de Sevilla, 2017
Esther Ferrer: pionera del performance en España [Entrevista], 2017
De lo político a la acción un diálogo con Esther Ferrer, por Diego Luna Delgado, 2017
Esther Ferrer en «herstory des archives à l’heure des postféministes», 2017
Esther Ferrer en diálogo con Ernesto Castro, 2017
Entrevista a Esther Ferrer en Hangar, 2017
Esther Ferrer en Woman Art House, 2018
Folleto de la exposición de Esther Ferrer en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2018
Información sobre la exposición en el Guggenheim de Bilbao, 2018
La Sala Guggenheim – Esther Ferrer, RTVE, 2018
Dossier de Prensa de la exposición de Esther Ferrer en el Guggenheim de Bilbao, 2018
Conferencia de Esther Ferrer en el Guggenheim de Bolbao, 2018
Artículo sobre la exposición de la artista en el Guggenheim de Bilbao en Descubrir el Arte, 2018
Fotografías cortesía del Museo Guggenheim de Bilbao