La pintura de Carlos Alcolea (A Coruña, 1948 – Madrid, 1992) se elabora a partir de una sabia mezcla de construcción y de delirio, de explosión y de precisión. Perteneció en los años 70 a la Nueva Figuración madrileña.
Desde sus inicios, se percibe la clara influencia que artistas figurativos como Félix Vallotton, Ronald B. Kitaj, Alex Katz, Ed Ruscha o David Hockney ejercieron sobre su obra. En su pintura, Alcolea muestra un compromiso incondicional con las premisas sobre el empleo de lo cotidiano en el arte tal como lo manifiestan figuras tan dispares como Marcel Duchamp o los artífices del Pop Art; en su caso, reconociendo una paleta de tonos vivos y luminosos acompañados, en ocasiones, por líneas que definen grandes masas de color.
En 1980, el Museo Español de Arte Contemporáneo le dedicó una retrospectiva. En 1992, de manera póstuma, obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas. Años después, en 1997, es el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) quien lleva a cabo una exposición antológica que recogió toda su carrera.
Podemos observar en Mirando un jarrón (1991) cómo Alcolea suele usar el color y el gesto para recrear estados de ánimo. Asimismo, como en la mayoría de sus referentes plásticos: Hockney, Kitaj o Jim Dine, parte de una intención narrativa sencilla que involucra lo cotidiano y el ámbito de lo privado. Sin embargo, la simple acción de observar un jarrón nos plantea un sinnúmero de posibilidades a través de los gestos pictóricos que recrean la figura del que mira, nos introduce en su psique, en las sensaciones que le produce el contemplar un objeto. Esta obra fue expuesta en su individual en la Galería Miguel Marcos en 1992 y en la muestra “Los años pintados”, en el Palacio de Revillagigedo en Gijón, 2001; en ella, Alcolea no sólo intenta plasmar su visión como pintor sino también se adentra en lo que el espectador puede sentir al ver la propuesta del cuadro. No en balde le interesaba mucho el psicoanálisis y los postulados de Marcel Duchamp sobre la idea de la obra de arte. Aborda así la problemática sobre la representación en el arte pero también sobre la recepción del objeto del arte mismo y lo hace con humor e ironía.
Mirando un jarrón
1991
Acrílico sobre cartulina
100 X 70 cm
Colección Romeo – Rentería / Cortesía Galería Miguel Marcos
Julián Díaz Sánchez. El agua y la pintura. Una lectura de Carlos Alcolea
Folleto de la exposición de Carlos Alcolea en el Museo Nacional centro de Arte Reina Sofía, 1998
David Barro para El Cultural, Carlos Alcolea, pintura en fuga, 2008
Tesis doctoral, Oscar Alonso Molina, El pensamiento estético de Carlos Alcolea, 2014
