Retrospectiva de Bill Viola
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Bill Viola en el Fondo Documental de Arte Contemporáneo Miguel Marcos
Hasta el 9 de noviembre se presenta la retrospectiva de Bill Viola (Nueva York, 1951 – 2024) en el Museo Guggenheim de Bilbao. Cuatro décadas de creación, desde los años setenta hasta nuestros días de este artista pionero del videoarte que ha desarrollado un trabajo contundente aplicando las nuevas tecnologías y reflexionando sobre temas trascendentales en torno al ser humano: espiritualidad, vida y muerte o la transformación física y psicológica del individuo.
Viola realizó estudios de arte en la Universidad de Siracusa, EEUU, y en esa misma ciudad uno de sus primeros trabajos fue como técnico de vídeo en el Museo de Arte de Everson, desde entonces se interesó por el alcance de los nuevos medios en el arte; más adelante, en algunas entrevistas, diría: “el vídeo es el medio de nuestro tiempo” y también: “…cuando ves la TV algo se presenta en ese momento, va a desaparecer y no hay manera de retenerlo. Esa es la fuerza de la TV si se piensa que su esencia son esas transmisiones en directo, como cuando EEUU. bombardeó Irak o cuando vi al primer hombre que pisó la luna. Poder experimentar eso en directo es fantástico y pienso en la posibilidad de retenerlo, de ver algo una y otra vez como nos lo permite la cinta de vídeo, vivir con ello. Nosotros no somos seres inmóviles e inmutables, el único momento en el que se está inmóvil o inmutable es en la muerte. La vida consiste en el cambio, el movimiento y el crecimiento”, “…las nuevas tecnologías permiten ver el tiempo, devolver el tiempo a la mirada”.
Ese instante recuperado le permite a Viola poder indagar sobre sus constantes conceptuales: el tiempo, el recuerdo, la ausencia, la percepción, la dinámica psicológica y emocional del individuo, la imagen en movimiento; en una entrevista para el programa Metrópolis de RTVE expresaría: “… cuando ruedo algo con mi cámara es como el “ver” y cuando hago el montaje es como el “pensar”. Ya que a menos que hablemos del instinto o del reflejo (…) no piensas en ello intelectualmente, pero si no nos referimos a esas reacciones instintivas básicas, entonces la mayor parte del pensamiento humano se da después de la percepción, es posterior a ella. Ves algo, lo experimentas y luego piensas en ello, o te hace recordar, o tiene lugar algún tipo de proceso mental. Se establece una relación similar cuando salgo a rodar con mi cámara y luego vuelvo al estudio y lo monto. Me gusta pensar que, realmente, creo espacios de pensamiento, espacios no estructurados sobre principios arquitectónicos, sino que se articulan según principios temporales, que son en sí mismo de movimiento, que aunque no haya objetos moviéndose en la habitación se tiene esa imagen cambiante. Y eso es algo paralelo, unido a la mente, siempre en movimiento y cambiando y variando de posición”.
A partir de los años noventa con el nacimiento de sus hijos y la muerte de sus padres, los temas sobre la vida y la muerte acuden con más asiduidad a su obra: “… cuando mi madre murió, en 1991, y cuando nació nuestro primer hijo, en 1988, tres años antes, por primera vez vi el ámbito entero de la vida humana, desde el nacimiento hasta la muerte. Los dos procesos son, de hecho, muy similares. Los dos comprenden un tráfico de un mundo en el siguiente. El nacimiento de mi hijo fue un recorrido del mundo invisible en el mundo material, mientras que la muerte de mi madre fue una transición del mundo material, del mundo terrenal, en el mundo espiritual. Nacimiento y muerte son etapas de un viaje que hacemos todos y que es eterno. En aquel momento vi entera la vasta reserva del ser humano, desde los que todavía tienen que nacer hasta los que viven y los que ya han muerto” (Entrevista a Beatriz García Moreno, 2009). Pero no solamente sus experiencias vitales repercuten en su manera de asumir arte y vida, también incide su interés por la religiosidad oriental y los místicos cristianos como San Juan de la Cruz. A partir de los años noventa, Viola ve al artista como una mezcla de demiurgo y alquimista que a través de la obra de arte permite que el ser humano vuelva a ser un todo indivisible de materia y espíritu: “… el cuerpo humano es un material, es un material como cualquier otra cosa. Somos creados y conformados, todos, a partir del material de la naturaleza (…) Una de las ilusiones creadas por la mente humana, por el intelecto, es que existe una separación entre el yo y el resto del mundo que nos rodea. Cuando el bebé nace, el bebé no tiene la sensación de esta separación, siente una conexión y siente que lo que está fuera y dentro es lo mismo, y nosotros aprendemos esta separación, aprendemos a hacer esta distinción, que es, por un lado, necesaria para la sobrevivencia humana, pero por otro lado crea una especie de sentimiento de que todo lo que está fuera de mí no forma parte de mí mismo, y en realidad, incluso en un nivel material, eso no es cierto. De alguna manera, una de las definiciones de espiritualidad es que se trata de un sentimiento de conexión honda y profunda con todo lo que existe en el mundo”.
Y añade “… si te forman en el sistema de educación normal, de nuestras culturas actuales (…), te educan en un sistema que concede mucha importancia al pensamiento racional, por encima de la expresión espontánea e intuitiva. Es un sistema que subraya una distancia racionalizadora, una distancia analítica o un proceso de análisis para entender algo en vez de un proceso que aborde la esencia y el sentimiento para entenderlo. Siendo así, llegamos al punto en que te enseñan a no sentir en relación a las cosas. No me refiero sólo a esas emociones sentimentales, tan fáciles de lograr con esos estúpidos productos que se ven en la TV y en el cine, sino a auténticas emociones profundas acerca de algo. Nos enseñan que ese enfoque está separado del conocimiento. Mantenemos la faceta emocional apartada del conocimiento (…) Es una equivocación, es algo completamente desequilibrado y, por eso, tenemos una vida tan enloquecedora y desequilibrada. El papel del artista o de cualquier persona creadora, y con ello no pongo a nadie por encima de los demás, porque no creo que un artista sea más importante que otra persona, nuestro trabajo, sea cual sea nuestra faceta creadora, es para mí juntar de nuevo esas piezas para lograr que formen otra vez una totalidad ya que ésta ha sido rota por la fuerza…”
Este interés alquímico también se percibe en las referencias a los cuatro elementos esenciales en sus trabajos: tierra, agua, fuego y aire, os invitamos a hacer click en los enlaces que hemos colgado en esta reseña para que lo veáis con más detenimiento: Fire Woman de 2005, Tristan’s Ascension de 2005, Walking on the Edge de 2012, The Dreamers de 2013 o Inverted Birth de 2014, por mencionar algunos.
En un principio las imágenes de Viola eran fortuitas (The Reflecting Pool), tal como se le presentaban frente a sus ojos, pero ya en sus trabajos de los años noventa, su renovada estética de la belleza acude más controlada, crea escenarios, trabaja con actores, no deja nada al azar (The Greeting, Catherine’s Room, Inverted Birth)
Viola se definió a sí mismo como “artista del tiempo”, “… el tiempo es el material más importante, es la sustancia fundamental con la que trabajo”. Bill Viola manipula la imagen, la ralentiza, la desdobla, la transparenta, la confronta en diferentes planos y momentos, nos hace un zoom sobre los rostros para que en esa cámara lenta podamos ver el mínimo cambio en la expresión. Pero su interés en el tiempo no sólo se manifiesta manipulando medios e imágenes, sino también re-visitando la obra de maestros de la pintura, del Renacimiento y del Manierismo, a veces estos guiños a la historia del arte son muy evidentes como el caso de la obra The Greeting de 1995 y La visitación de Pontormo, otras veces se revela en la riqueza cromática y compositiva de sus vídeos.
No dejen de ver esta excelente retrospectiva de Bill Viola, uno de los más relevantes creadores contemporáneos, en el Museo Guggenheim de Bilbao, ya quedan pocos días.
Información sobre la exposición en el Museo Guggenheim de Bilbao
Sobre la exposición de Bill Viola, La Sala, RTVE, Septiembre 2017
Vida, muerte y renacimiento en el videoarte de Bill Viola, RTVE
Material sobre Bill Viola disponible en CENDEAC
Información sobre el artista (en inglés)
Bill Viola – Reflecting Pool, 1977-79
Bill Viola Chott el-Djerid, 1979
Interview por Michael Nash, 1990 (en inglés)
Bill Viola Heaven and Earth, 1992
Bill Viola, Metrópolis, RTVE, 1993
Bill Viola, Metrópoli, RTVE, 1993
Bill Viola Catherine’s Room, 2001
Bill Viola – The Path (Going Forth By Day), 2002
Bill Viola and the making of Emergence, 2003 (en inglés)
Bill Viola: repertorio de pasiones, Yayo Aznar, 2004
Bill Viola Tristan’s Ascension, 2005
Bill Viola, material del The Utah Museum of Fine Arts (en ingles)
Bill Viola The Innocents, 2007
Interview, Designboom, 2007 (en inglés)
Conferencia: Bill Viola: «The Movement in the Moving Image», 2009
Agua y medio ambiente en el videoarte de Bill Viola, Federico Martínez Utrera, 2011
Bill Viola, The Encounter, 2012
Bill Viola, Walking on the Edge, 2012
Entrevista Bill Viola (Caimán CdC 22, dic. 2013)
Bill Viola, The Dreamers, 2013
Bill Viola «The Chapel of Frustrated Actions and Futile Gestures», 2013
Bill Viola Inverted Birth, 2014
Palabras en el Museo de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 2014
Bill Viola [en diálogo], Museo de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 2014
Bill Viola: la pasión atrapada, UNED Documentos, Exposición Fundación La Caixa, Madrid, 2014
BIll Viola: ‘Tristan’s Ascension’, 2014
Conversación con Bill Viola, Violant Porcel
Entrevista, ABC Cultural, 2017
Fotografías cortesía del Museo Guggenheim de Bilbao